Aquel hermoso cuadro estaba enmarcado en Madera de nogal Salvaje, de vez en cuando era cambiado de lugar, para poder apreciar más su belleza; Unas veces estaba exhibido en la vidriera principal y otras veces colgado en la pared frontal que daba hacia la puerta de entrada …
El Retrato de aquel paisaje, era cautivador; Estaba pintado sobre un lienzo ligero con pintura al óleo envejecido y quemado con aceites naturales de piñón y almizcle… Sus formas cautivaban y como algo extraño, al mirar el paisaje, éste te envolvía de tal manera que podías experimentar una tercera dimensión hasta incluso podías percibir aromas y olores del lugar que estaba plasmado en el cuadro… Era un retrato hipnotizador.
- Aunque no logren creerlo ; dentro del cuadro podías apreciar el cambio del clima que iba de la mano con las diferentes estaciones del año … A veces se podía apreciar hojas cayendo de los árboles , otras veces se veía el cambio de colores en las hojas … En otras se veía como si hubiese nieve cercana a las riberas del río …
- Ese era el retrato , que más tarde cambiaría mi vida …
Con respecto a mí: - Mi padre era Chofer y mi Madre se dedicaba a lavar y a planchar; Vivíamos en una casa humilde pero muy aceptable, en la Belle Avenua de París.
Nuestro hogar, era de dos pisos y constaba de tres cuartos de dormitorio y dos baños, la sala comedor se hallaba en la planta baja con un baño y un cuarto de huéspedes. En el piso superior dos cuartos y un baño… A lo largo de la Belle Avenua se observaban cientos de casas similares a mi hogar, de igual construcción y material, hechas por el gobierno para albergar a la clase media.
En la mayoría de los casos, la planta baja era alquilada para establecer y abrir pequeños negocios de costura, cafeterías, fuentes de soda, fruterías y barberías, con la intención de generar otras fuentes de ingreso y de trabajo…
A lo largo de la Belle Avenua se sentía lo vibrante de aquella época… Pude contar casi ciento ochenta y nueve casas a lo largo de la Belle Avenua , a ambos lados de la calle… Jugueterías, joyerías, zapaterías, Servicios de costura y planchado, bisuteritas, Bufetes de Abogados etc...
- Por cierto, Le Grand Café de París, estaba frente a mi casa y abarcaba un espacio equivalente a cuatro casas que fueron adquiridas por Mr. Hoppkins en los tiempos más duros de la recesión económica de París; Mientras unos optaban por vender todo lo que tenían para poder sobrevivir; Otros se dedicaban a comprar y adquirir bienes e inmuebles con la esperanza de que las cosas iban a mejorar dentro de algunos años… Uno de ellos, era Mr. Hoppkins, quién llego desde Inglaterra siendo muy joven y apostando todo su futuro y porvenir a la Romántica París.
- Su Padre era un acaudalado Comerciante Naviero, quién había enviado a su hijo único hijo Hoppkins a estudiar y a aprender el idioma francés, con la idea de establecer vínculos comerciales y crear un emporio en la Francia de 1.918; Hoppkins llegó a Paris después de egresar de la universidad Oxford con una Maestría en Comercio Exterior, a la edad de treinta y tres años.Tras haber terminado la Primera Guerra Mundial se sentía un aire de cambio y prosperidad en Europa, Comenzaba la era de la reconstrucción y de la bonanza.
- En viajes anteriores hechos con sus padres desde Inglaterra a Francia, hoppkins se había enamorado del ambiente romántico y cautivador de las calles de Francia, de sus Avenidas y de sus mujeres… Y su Padre era complaciente con él, pues siendo hijo único y de familia adinerada, no se escatimaban esfuerzos por aprobar sus caprichos.
- Lo más importante, es que Hoppkins siempre fue buen hijo y había aprendido de su Padre el oficio del comercio y había desarrollado un buen olfato para los negocios.
Las tardes en París eran especiales… Todas las tardes, después de salir del Colegio, era una cita obligatoria “Le Grand Café de parís “; Para aquel entonces, mis amigos y Yo, contábamos con doce, trece y catorce años de edad. La mayoría de nosotros vivíamos en la Belle Avenua y estudiábamos en el mismo Colegio (“Louis – Le Grand “ ,en la rue- Jackes ) ; Desde la Belle Avenua hasta Louis-Le Grand , teníamos que caminar casi diez manzanas y era una recompensa para todos nosotros ,antes de llegar a casa , compartir momentos agradables en “ Le Grand Café de París “ .
Para Mr. Hoppkins, era un placer recibirnos ya que según él, nuestra presencia le daba un toque jovial y alegre al lugar; Atrayendo más gente y clientes al lugar… Algunas veces Mr. Hoppkins nos ofrecía, Helados con fresa o Café con Crema por la Casa , - “ ya que le traíamos buena suerte al Lugar “- Era por eso que a veces se hacía obligatoria nuestra visita al lugar …!
Y de esta manera fueron pasando los días y las semanas… Y los meses se hicieron años con el tiempo … Muchos años ¡!!
Continuará …
Amin Suce Noueihed
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