domingo, 13 de febrero de 2011

"Le Grand Café de París" IV

                                                           



La jornada de trabajo comenzaba desde las 06:30 am hasta las 11:00 pm de cada día, de lunes a sábado  sin descansar.
Solo el personal de Mesoneros, músicos y de limpieza, así como el personal de servicio de cafetería gozaban de un día libre pago y con relevo.
Fueron más de 3 años de trabajo constante; Mis  cabellos comenzaron a mostrar canas prematuras y Yo, estaba un poco envejecido por la ardua tarea que emprendí. Pero solo una esperanza me mantenía con fuerzas y con un ánimo inquebrantable…. El Retrato…

Los días Domingo los dedicaba a visitar a Mr. Hoppkins al Hospital Sanatorio de Tuberculosis de “Saint Germain “… Pasaba con él largas horas, llevándole los libros de registro, los depósitos, los pagos, las ganancias y todo lo relacionado a “Le Grand café de París “…

Durante más de 3 años la cuenta bancaria de ahorros se elevó a seis millones seiscientos mil francos ya que me atreví a invertir a apostar en bolsas de valores obteniendo un rendimiento de 43% por cada Franco invertido; Después
de la terminación de la primera guerra Mundial por los años de 1918
y la recesión económica,  Europa comenzó a reconstruirse y las inversiones Norteamericanas comenzaron a elevar la economía y el nivel de vida tanto en Alemania , como en Francia , suiza , entre otras ; Algunas transacciones se llevaron a cabo en Oro y Yo , aprovechaba la ocasión para realizar compras al mayor de cientos de quintales de café traídos de todas partes del mundo , hasta el punto de comenzar a vender café en granos al mayor , en ciertas partes de Francia , Alemania , Suecia , Oslo , Ámsterdam y Estados Unidos … Mi ilusión más grande era entrar a la  “Université Paris Sorbonne-París IV “ para graduarme de Licenciado en Comercio exterior , pero el paso por “ Le Grand Café de París “ me permitió vivir en carne propia lo que era el comercio …

Contaba ya con casi 23 años, y la cuenta corriente de “Le Grand Café de París “, era una cuento tipo “Gold “a nombre de Mr. Hoppkins… Una cuenta corriente “Gold “de Seis cifras altas, acumuladas gracias a mi esfuerzo a las transacciones realizadas en el comercio del Café y a la bolsa de valores en oro.


De vez en cuando el Hospital de Saint Germain, me autorizaba a llevar de paseo a Mr. Hoppkins, aunque no lo crean llegamos a ser buenos amigos; Lo llevaba en su Mercedes Benz  hasta “Le Grand café de París “… Y todos al verlo se abalanzaban sobre él con un cariño impresionante, con abrazos, besos, contándoles anécdotas y cuentos durante su ausencia…

Mr. Hoppkins les pidió a todos que siguieran apoyándome y les confirmo que Yo, era su mano derecha y el hijo que nunca tuvo; Por lo tanto les pidió tomarme en cuenta como si Yo fuera él mismo…. Todos los empleados, músicos, personal obrero, de servicio y demás le ratificaron su apoyo y comentaron lo bien que Yo había administrado el lugar.
Los ojos de Mr. Hoppkins habían brillado como nunca ese día y con un gran abrazo me agradeció todo lo que había hecho por él… Me pidió que llamara a todos mis amigos de la infancia para verlos a todos ellos y tomarnos un café como siempre lo hicimos después de salir del colegio….

Llamé a Laura mi gran amor, a Henry mi gran amigo, a Carlos, a Jean, Mónica, Francesca, Bernabé y a Sebastián… Nos sentamos en la mesa de costumbre y Mr. Hoppkins preparó el café con crema que tanto me gustaba, también preparo las fresas con crema de Laura, el café Late de Henry, a Carlos le trajo su Malteada, Mónica quedó fascinada con su helado banana Splits, Francesca y Bernabé con su jugo de Moras con fresa y Sebastián con su Café Express…

Fue una tarde especial, mágica que revivió en aquel encuentro momentos especiales de una adolescencia que se perdió tras las sombras del ayer…
Mr. Hoppkins se perdió por un momento en el tiempo y pude ver como se escaparon de sus ojos, lágrimas que recorrieron su mejilla tan lentamente como el paso de los siglos sobre la tierra… Ya Mr. Hoppkins contaba con 61 años de edad que más bien parecían 89, 90, 100 y hasta más…

Y así se despidió de cada uno de mis amigos y me pidió lo llevara de vuelta a Saint Germain… De camino al Hospital, Mr. Hoppkins me dijo, que el domingo próximo quería ir a Monte Carlos (Marsella); Con voz muy baja me comento que tenía que confesarme algo referente a su fallecida esposa… Y también quería confesarme un Secreto con respecto al Retrato…. Un Secreto con respecto al Cuadro que Yo, había ambicionado por años y años atrás….!


Eran ya las 09:30 pm de ese día Domingo…. Al llegar al Hospital “Saint Germain “, Mr. Hoppkins se bajó del carro y estrecho su mano de tal manera, que expresó toda la gratitud del mundo y me pidió que le permitiera darme un abrazo…
Lo sentí como mi padre… Ese domingo 11 de septiembre nunca lo olvidaré…
Y con un fuerte abrazo le dije: - Nos vemos entonces el próximo domingo
Y él respondió: - Si Dios quiere….

  

Continuará …
Amin Sucre Noueihed








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